La inteligencia artificial (IA) dejó de ser una tendencia futura para convertirse en una herramienta cotidiana que está transformando la forma en que trabajamos. Para los equipos dentro de organizaciones chilenas, capacitarse en el uso de estas herramientas no solo significa optimizar tiempos en tareas específicas, sino también mantenerse al día con las competencias que exige el mundo laboral actual.

De acuerdo con el Informe de Transformación Digital en Chile 2025 de CORFO y el Ministerio de Economía, más del 55% de las empresas nacionales reconoce que la falta de formación en el uso de herramientas digitales y de IA limita su productividad y competitividad. Este déficit de habilidades digitales se refleja en que solo un 28% de los trabajadores chilenos declara sentirse preparado para aplicar inteligencia artificial en su ámbito laboral.

La capacitación en IA permite reducir tiempos en procesos administrativos, análisis de datos o generación de contenidos, liberando a los equipos para enfocarse en tareas de mayor valor estratégico. Según la Comisión Europea, organizaciones que han invertido en capacitar a sus colaboradores en IA han logrado mejoras de hasta un 25% en eficiencia operativa, además de una mejor adaptación a los cambios tecnológicos.

En Chile, esta tendencia también se conecta con la necesidad de cerrar brechas de habilidades. El Banco Interamericano de Desarrollo advierte que nuestro país debe avanzar con rapidez en programas de formación digital para que sus equipos no queden rezagados frente a economías que ya están integrando la inteligencia artificial de manera masiva.

Capacitarse en el buen uso de estas herramientas no significa reemplazar a las personas, sino fortalecer su rol en las organizaciones. Un equipo formado en IA no solo gana en eficiencia, sino que también potencia su capacidad de innovación, mejora la colaboración y asegura que la organización se mantenga competitiva en un entorno global en constante cambio.